viernes, 10 de enero de 2014

Bajo la misma estrella

O sobre un libro todos los género, todas las edades.


Bajo la misma estrella, probablemente si piensas en un libro que va sobre el amor de adolescentes, lo descartes de inmediato, sin embargo, bajo la misma estrella es un libro diferente, apuesta segura, si ya te lo recomendaron invariablemente te advirtieron sobre la derrama involuntaria de lagrimas -no a todos nos pasa- y es que es un libro extraordinariamente real, sobre el amor y sobre todo del amor cuando los personajes tienen fecha de caducidad, no es un libro sobre el cáncer y tampoco sobre un par de enfermos terminales que deciden jugárselo todo por su relación.

Seguramente escribir desde la perspectiva de un adolescente pasada esa etapa resulte de lo más difícil, pero la verdad es que John Green lo hace maravillosamente, los dos personajes principales tiene una personalidad bien definida, por un lado, Hazel Grace es un niña extraordinaria, nuestro encantador personaje principal, quién para su corta edad comprende con bastante precisión lo que significa tener Cáncer en su vida y el impacto en la del resto, un día su madre la convence de ir a un grupo de ayuda y conoce a August Waters, un año mayor que ella, prospecto a basquetbolista estrella hasta que pierde una pierna... Hazel le recuerda vagamente a su exnovia, quien para entonces le ha concedido las delicias de la vida a la muerte y entonces comienza la historia de amor, juntos se embarcan en la búsqueda de Peter Van Houten (otro personajazo... conducta contraria a la usual recomendada ante dos niños con cáncer) el autor favorito de Hazel, el desenlace es perfecto... y yo la verdad adore el libro de inicio a fin, inclusive el poco tacto con que se tratan muchas de las caras de ésta enfermedad por ejemplo, que tu novia no pueda lidiar con la situación y te abandone -Mónica, la novia de Isaac, ¿en serio alguien se atreve a culparla?.

Omitan las ilustraciones del libro -quizá el único fallo en el libro-, pues nada se parecen al August Waters de la imagen arriba, que seguramente calzará perfecto en cuánto comiences a leer.

Por cierto creo que ya hay versión de cine.
En fin lo recomiendo ampliamente y debajo un compilado igual de amplio de frases, que probablemente termine de pasar después pues el libro me parece un sin fin de frases perfectas que se anteponen una a la otra, dale al quiero leer más.


Hazel
Me gustaba que era un profesor titular en el Departamento de Sonrisas Ligeramente Torcidas con una cita doble en el Departamento de tener una voz que Hacía que Mi Piel Se Sintiera Más Como Piel.
A pesar de que era una inconveniencia geográfica realmente me gustaba el parque Holiday.
La única solución era intentar deshacer el mundo, volverlo oscuro, silencioso y deshabitado de nuevo, regresar al momento antes del Big Bang, al principio, cuando estaba el verbo, y vivir en ese espacio vacio y sin creación, sola con la palabra.

August
Dime que a mi copia le falta las últimas veinte páginas o algo (August al terminar de leer Un Dolor Imperial)
Esa es la cosa sobre el dolor -dijo August, y luego me miro- Demanda ser sentido.
Claro, nunca podrán venir, pero al menos pueden descansar fácilmente en la tumba sabiendo que ellos han hecho su pequeña parte para conservar la integridad del Deseo como una idea.
Apuesto a que le dices eso a todos los chicos que financian tu viaje internacional.

Otros
Ella no querrá hacerlo después Isaac
-Ella no querrá abandonar a un chico ciego- le dije. Él asintió, a las lágrimas no les gustan las lágrimas tanto como un tranquilo metrónomo, seguro, infinito. August

Pero mantienes la promesa de todas formas. Eso es lo que es el amor. Amor es mantener una promesa de todos modos. ¿No crees en el amor verdadero? Isaac

Que zorra es el avance del tiempo. Jode a todo el mundo. Es un bello poema, pero uno engañoso, realmente recordamos la poderosa rima de Shakespeare, ¿pero que recordamos de la persona a la que conmemora?, Nada. Estamos bastante seguros de que era un hombre; todo lo demás son conjeturas. Shakespeare nos dijo muy poco del hombre al que sepultaron en su sarcófago lingüístico. Hay que recordar también que cuando hablamos de literatura, lo hacemos en tiempo presente. Cuando hablamos de los muertos, no somos tan amables. No inmortalizas a los que se han ido escribiendo sobre ellos. El lenguaje entierra pero no resucita. Peter Van H.


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